miércoles, 12 de octubre de 2011

Me casé con Satán E.P.


01. "Me case con Satán"

Esta canción llevaba guardada en el cajón mucho tiempo. En estos últimos años, Gore Gore Gays no nos hemos prodigado mucho en composiciones propias que digamos (no olvidemos que nuestra verdadera vocación son las versiones), y esta ha sido una de las pocas excepciones. "Me casé con Satán" bien podría pertenecer a la época acelerada y ramoniana (o ramonera) de nuestro primer disco, "Menage à Trois". El tema no habría desentonado junto a "Los paparazzi" o al lado de "Todos los chicos están buenos" y "Loco por tus huesos". La melódica composición de Juli Mekànika no deja lugar a dudas y pretende precisamente eso, volver a esa inmediatez directa del punk-rock, sin concesiones a las florituras ni pérdidas de tiempo: "esto hay que hacerlo y hay que hacerlo YA!" - Como si fuera el último día sobre la tierra :) La letra ya fue otro cantar. Partiendo de un diálogo de la película "Elvira. Mistress of the dark", Tony Trash tuvo claro desde un principio que la canción se llamaría "Me casé con Satán" y se las tuvo que ingeniar para contar una historia de matrimonios, cuernos e infidelidades en menos de dos minutos, algo que le llevó más de tres años.


02. "La Bella y la Bestia"

Uno de los discos favoritos de Hat Trick y Tony Trash es el "Bon voyage" de la Orquesta Mondragón. Para ellos, Javier Gurruchaga es lo más parecido a Alice Cooper que España pudo dar en los años ochenta, en cuanto a teatralidad, extravagancia y canciones divertidas. Esta versión de "La Bella y la Bestia", incluida en aquel disco, Gore Gore Gays se la llevan al terreno del glam'n'monster,  como si los Spooky Kids más primitivos de Marilyn Manson la tocasen hasta el culo de algodón de azúcar y absenta en la fábrica de chocolate de Willy Wonka.


03. "Dr. Lecter"

…Y hablando de "Menage à Trois", "Dr. Lecter" se recupera tal y como GGG la harían ahora. Hannibal el caníbal se hace un buen estiramiento de cutis y vuelve a la carga con más apetito que nunca. Cuidado, cretinos… ninguno está a salvo de sus mordiscos. La tercera púa de este satánico tridente.